jueves, 6 de mayo de 2010

[in]dividuación....

"Corazón partido" diagnosticaban los antiguos para ese extraño estado en que me encuentro yo.
¿Qué tan frecuente será mi condición? Absolutamente incapaz de decidir con certeza.

Cuando me preguntaste... aquello... sólo ejercité mis nociones estadísticas: brindé una respuesta cualquiera, "normal", aceptable para ti y para cualquiera que me escuche, sí... pero sin sustento. La verdad es que ¡no sé! ¡¿Cómo quieres que yo sepa cuál es mi libro favorito en todo el mundo?! ¿Qué significado tiene eso? ¿Cómo puedo medirlo? ¿En dónde busco el índice que lo señale?

¿De verdad alguien ha encontrado la solución a mi conflicto? Atrapado entre tantas versiones de mí mismo: ¡mira de cerca la genuina angustia y te bastará para destrozar el mito del individuo!

¿Quién dijo que "yo" soy un objeto? Por lo pronto hay muchos yo: ésos en quienes me he transformado... ésos en quienes quieren transformarme... y ésos en los que quiero transformarme yo.

Todos me llaman loco... tan seguros de tener la respuesta a un asunto que les parece "evidente"... tan temerosos de hacerse las preguntas que yo, por mi locura, no puedo evitar, y cuya imposibilidad de respuesta me golpea en la cara, inmisericorde: ¿Quién soy? ...¿Qué deseo?... ¿Y cómo, me pregunto, cómo puedo saber algo así?

Hay problemas para los que se está más que solo, porque no se cuenta ni con uno mismo.